Desde otro ángulo
27 de mayo de 2.011
Faltaban pocos metros para llegar a la cima, trepaba
por la arista que estaba helada, los
guantes empapados, los dedos no me los sentía entumecidos por el frío, apenas
sentía a lo que me afianzaba, la respiración se hacía más dificultosa y las
pulsaciones se aceleraban cada vez más. La altura se estaba haciendo notar, las
fuerza me abandonaba, la cabeza parecía que me estallaba, y de repente sentí
que mis botas se hundían, noté sensación de vacío, era que caía, y de repente
un fuerte dolor, mucho dolor
recorrió todo mi cuerpo, un
fuerte estrujón contra las piedras
un gran sufrimiento llenó aquel
vacío, y de repente no sentía nada ni
dolor ni miedo, una sensación de estar en blanco, no recordaba nada es como si
planeara en el aire, y de repente comprendí que estaba muerto, personas que no conocía me rodeaban, hacían gestos con las manos, me tocaban,
yo me veía y los veía desde arriba
desde el otro lado, más tarde llego gente que conocía , por fin ella
llegó, arrastraba los pies no caminaba,
yo intentaba hablarle pero no me salía la voz, no se escuchaba nada,
todo era silencio absoluto, no me creía esta situación, me pellizcaba
pero no sentía nada, pensaba que
era un sueño, y quería despertad de él.
Ahora te veía y te escuchaba llorar mi pérdida, estabas
en casa con la familia, también lloraban, tiraste de rabia aquel florero, pude
sentir ahora tu dolor, quise comunicarme contigo pero no me escuchabas, te
hundías en la pena y yo no podía hacer nada, soy etéreo,
impalpable, e invisible.
Soy una mente en pena viva, que vagabundea, y errante va por la vida de los vivos, sin que
ellos noten mi presencia, pero me siento libre ya no tengo móvil, ni ordenador
ni voy a correr, ni tengo sed, ni siento el agobio de la calor. Pero esta situación
me atormenta, me mortifica, soy como una mente sin cuerpo, no puedo levantar ni
un solo dedo para hacer llamar tu atención.
Ahora todo ha
cambiado… ya no regañamos, voy repasando
los años solo quedan recuerdos de una
vida que nos esforzamos por ser felices y ahora
desde este ángulo se que la disfrutamos y que tuvimos nuestra
recompensa, me emociono.
Ahora siempre estoy a tu lado, te veo, te siento y te
escucho pero no soy capaz de que me sientas a tu lado, este es mi tormento y mi sufrimiento, no sé
cuánto tiempo estaré a tu lado, es
doloroso y hasta ¿cuándo soportaras tu soledad?
¿Cuándo te olvidaras de mi?, cuando
estés preparada para estar con otra persona que te quiera, incluso que te
atienda más que yo, ese será el día que
no vuelva más y me iré lejos a cualquier
otra montaña, allí estaré en soledad…
por toda eternidad.
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